A qué edad salen las muelas del juicio

¿Qué son las muelas del juicio y por qué hay que extraerlas?

Las muelas del juicio son conocidas como los terceros molares o cordales y aparecen por lo general entre los 17 y 21 años de edad. 

En promedio, la boca de una persona normal tiene 28 de los 32 dientes que la boca humana tiene configurada genéticamente.

Esto no sería mayor problema, pero las cordales son las últimas muelas en formarse y con frecuencia hay poco espacio en la boca para poderlas alojar completamente.

Algunas personas no se ven afectadas por las nuevas muelas, ya que su maxilar  es lo suficientemente amplio para que puedan erupcionar sin problema, mientras que
otras personas requieren que se las extraigan quirúrgicamente.

La razón por la que se eliminan las muelas del juicio es porque a menudo causan problemas cuando están creciendo. Esto es especialmente cierto cuando crecen en una posición irregular, como cuando salen inclinadas o hacia los lados.

Otros problemas relacionados con las muelas del juicio es cuando quedan atrapadas justo debajo de la línea de las encías debido a la falta de espacio, pues también están propensas a contraer infecciones. 

Esto ocurre cuando la placa y otros tipos de bacterias se forman alrededor de ellas.

Cuando los terceros molares (es decir las muelas del juicio) comienzan a salir, los alimentos generalmente se empaquetan alrededor de éstas después de comer. 

Esto suele conllevar a más problemas debido a que los terceros molares están tan atrás en la boca que no se puede hacer un correcto cepillado.

Esta condición se conoce como pericoronaritis, y también puede conducir a la malposición dentaria debido a que los dientes anteriores se mueven por presión de las cordales, y sucede lo que los odontólogos llaman apiñamiento dental.

El proceso de extracción de las muelas del juicio suele ser bastante molesto, así que lo mejor es extraerlas cuando la persona está joven y el hueso no está tan calcificado como ocurre en las personas mayores.

Además, en los jóvenes las raíces de las muelas no están completamente desarrolladas, lo que permite que extraerlas sea mucho más fácil. 

A medida que pasan los años las raíces se fijan con fuerza al hueso del maxilar y pueden complicar el proceso de extracción.

Otra razón para extraerlas es que en la juventud el cuerpo se cura mucho más rápido que cuando se es mayor.

Cuando vayas para tu chequeo de rutina, el odontólogo te mandará a tomar una radiografía  panorámica. Los resultados de los rayos X le dirán al odontólogo si hay necesidad de eliminar o no las muelas incluidas.

Con la extracción se evitan todas las complicaciones futuras que acompañan a estas muelas. Si el odontólogo general determina que la extracción de las muelas del juicio puede ser complicada, preferirá referir al paciente a un cirujano bucal, debido a que en ocasiones extraer estas muelas puede ser dificultoso y es preferible que lo haga el especialista.

Los pacientes están anestesiados durante todo el proceso de manera que el cirujano bucal puede trabajar sin problemas durante el procedimiento de extracción. 

Toda la zona alrededor de la muela se adormece, por lo que las molestias para el paciente por lo general son mínimas.  

Si hay cualquier tejido o hueso que se encuentre cubriendo la muela, será eliminado con el equipo quirúrgico adecuado.

Una vez que las muelas del juicio se han aflojado lo suficiente, el odontólogo o cirujano procede a extraerlas con un con fórceps dental.

Dependiendo de la cantidad de tejido removido, se decide si hay necesidad de tomar puntos de sutura para facilitar el proceso de cicatrización y evitar que restos de alimentos se alojen en la herida.